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Una variedad de guanteletes llamados "demi-guantelet" o "demi-gaunt" también entró en uso alrededor de este tiempo. Un demi-gaunt es un tipo de guante de armadura de placa que solo protege la parte posterior de la mano y la muñeca: los demi-gaunts se usan con guantes hechos de correo de cadena o piel acolchado. Las ventajas del demi-gaunt son que permite una mejor destreza y es más ligero que un guante completo, pero la desventaja es que los dedos no están tan bien protegidos. Los guantes protectores modernos llamados "guanteletes" continúan siendo usados por trabajadores metálicos y soldadores cuando manipulan metales calientes o fundidos o en contextos donde las chispas son comunes. Estos guantes ya no tienen las placas de metal de los originales, sino que son altamente aislantes contra el calor. Los técnicos automotrices usan variedades similares de guantes para proteger sus manos al manipular componentes de automóviles, y los carniceros de carne y pesca a menudo usan guantes de correo de cadena para proteger sus manos de los bordes afilados de los cuchillos.

La expresión "tirar hacia abajo el guantelete" proviene de la edad media y es literalmente una llamada a las armas. Una mirada al guante medieval, a menudo con diseño de nudillos para maximizar el castigo al recurrir a golpes, y es fácil entender cómo el guante se convirtió en un llamado simbólico a los brazos. La protección temprana de la placa de metal comenzó a finales del siglo XII cuando las mangas de correo del hauberk se alargaron en un manopla. Llevado encima de un guante de piel, la armadura de correo protege los dedos, junto con una sola placa de armadura. Este patrón de protección de manos blindadas se usó hasta finales del siglo XIII. A principios del siglo XIV, los guantes de correo con dedos separados comenzaron a aparecer como una extensión de las placas de la manga. Estas extensiones cubrían la parte posterior de la mano, ofreciendo una mayor protección, desde la muñeca hasta el final de los metacarpianos. Bordado por la articulación del pulgar, en relieve alrededor de las articulaciones de los dedos y la base del pulgar, el diseño incluye placas superpuestas.

En sus formas anteriores, estos guantes blindados se conocían como guantes de reloj de arena debido a la geometría chapada en la parte posterior de la mano, que se estrechó en la muñeca y se ensanchó en el puño. Generalmente, solo el pulgar se articuló con placas mecánicas, mientras que los dedos estaban protegidos por una placa superior sólida, remachada a guantes de correo o piel. Este tipo de armadura permaneció de moda hasta el siglo XV, cuando el puño se estrechó para proteger contra la amenaza de un empuje de espada a través del hueco acampanado. Este cambio fue en respuesta a la geometría cambiante de la hoja de la espada medieval, que comenzó a aparecer a finales del siglo XIV. Como tal, la placa del puño de los guantes medievales se hizo más pequeña, y la protección de la muñeca y los dedos cambió de una pieza a la construcción de múltiples placas entrelazadas que facilitó un mayor movimiento de muñeca y dedo. Aquí hay un ejemplo de un guante moderno. Durante el siglo XIV, los avances en el comercio del herrero resultaron en la construcción.