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No hay artículos en el carroEl polvo cerámico utilizado para hacer tiza está hecho principalmente de yeso, también conocido como sulfato de calcio hidratado. Este material es muy apreciado por su capacidad de endurecerse rápidamente cuando se mezcla con agua y para formar un sólido duradero y fácil de manejar. El proceso de mezcla es simple: se agrega agua al polvo en proporciones precisas para formar una pasta que se puede verter o moldear fácilmente en formas de diferentes formas y tamaños. Tan pronto como se agrega agua al polvo cerámico, se desencadena una reacción química que conduce a la cristalización del yeso, lo que hace que la mezcla se endurezca cada vez más. Durante el proceso de curado, el material pasa de un estado semilíquido a una masa sólida y compacta, que, después del secado completo, se puede extraer fácilmente de los moldes. Las tizas producidas con este polvo se caracterizan por una superficie lisa y una consistencia que puede variar de suave a muy dura dependiendo de la adición de agua y el tiempo de secado. Debido a su capacidad para dejar marcas visibles y fácilmente borrables, a menudo se usan para escribir o dibujar en pizarras y otras superficies. Además de su utilidad práctica en el contexto educativo y artístico, el polvo de cerámica también ofrece oportunidades creativas. Se puede colorear agregando pigmentos a la mezcla antes del endurecimiento, lo que permite la producción de tizas en una variedad de colores brillantes. Este aspecto hace que el material sea especialmente atractivo para aplicaciones que requieren un fuerte impacto visual, como juegos infantiles, materiales educativos y decoraciones.